24.6.07

Buscando nuevos géneros...

Y de esa búsqueda, resultó el Género Epistolar
primera entega... Leo Pez-July Ruiz


Compañera de estas galaxias:

Estamos frente a frente, vis a vis como le gusta decir a los presumidos, comparándonos por la extensión de nuestras coplas, o por el feedback que configuramos en la ronda del mate. Un mate imaginario, por el que rumbean versos como sustento, como paredes internas de nuestra biblioteca.

Transcurre el mate imaginario, con escasa luz de oficina, aunque con mucha claridad en las luciérnagas que revolotean a nuestro alrededor como crisantemos oblicuos. Y en medio de mí y de las circunstancias, me decido a escribirte, a pesar de no ser diestro con la pluma como con los sueños.

(Los intervalos corresponden
a las cecas)

Te habrás aburrido ya de mis controversias de entrecasa; siento que a veces uno es un eterno cabriolo sin sentido, o un garabato de la mañana que se transforma en el protagonista de nuestros sueños (nueva alusión consciente del inconsciente) Por eso te hablo de lo cotidiano, aquello que querrás saber de mí, cuándo debo ir al dentista o si conseguí laburo en algún lado. ¿Dónde mierda dejé la yerba? No importa.

Imagino una ronda interminable, ¿vos? ¿Creés que el mate es una pared o un cuchillo? Si no te cansan estos puñales teledirigidos pero auténticos, no me lo agradezcas. Los mates no se agradecen. Espero tu teoría de las yerbas, ya que alguna vez quizás el tiempo nos coloque en nuestro lugar, y así seamos nosotros, los instrumentos de un diálogo que comprende al universo y lo dibuja con tiza.

Fin de la ronda;

L.



Querido Juglar

¡Cómo no responder ante tal iniciativa! Si bien, creo, tenés sabido que el género epistolar se me disuelve en las manos como se disuelve la música en los latidos del aire, haré mi mejor esfuerzo para sentirme digna de tan grata ocasión.

-espacios en blanco -

¿Qué puedo responder? ¿qué puedo decir? Primero que nada, muchas gracias por los intervalos: el humo se hace más espeso cuando no hay poesía para respirar, y las colillas se apilan en el cenicero como luciérnagas ardientes.

No creas no ser diestro en estas cuestiones; si por fin puedo poner en uso esta frase del gran Manco Cervantes, puedo decirte sin problemas que la pluma es el lenguaje del alma, que nos sobran los años para aprender a DECIR de todas las formas posibles, que no se termina la vida sin reinventarse, que podemos buscar nuevos rumbos
nuevos mundos.

-intervalo de incienso-

Acepto cada ronda del mate que pueda llegar hasta mis ojos. Entre el polvillo verde y los palitos flotantes espero encontrar la respuesta de porqué uno se siente menos solo.
No sé, cuestiones metafísicas que me planteo como se planteaba Oliveira, mientras jugaba a ser malabarista desde una ventana en Buenos Aires. Delirios cósmicos, al fin.
Pero eso sí: no puedo dejar de plantearme esta sana costumbre de versificar el universo. Creo que te pasa lo mismo ¿no? Juglar es una linda manera de llamarte. Espero que no te ofenda tanta complicidad.
Te dejo colgada en el capítulo 43 de la Rayuela todas las teorías sobre yerbas que pude alguna vez pensar o sentir, pero no decir. Si, el maestro se adelante, siempre.
Y te dejo los restos de cenizas para que dibujes algunos garabatos en la pared, pero eso sí: no te olvides de mi nombre.

Espero otra ronda, pronto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No entendí el Gato en la fotografía... [no leí el texto... muy largo y es muy domingo...]

decanatocentro dijo...

Hola

GENIALES GENIOS

IDOLOS IDILICOS

Saludos

Fede

Soledad Di Pasquale dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Soledad Di Pasquale dijo...

Heyy... ya dije que está buenisimo.

Un beso de jirafa... o de cíclope... o de intervalo.



Nos vemos prontito!

Anónimo dijo...

Como sería un beso de jirafa o de cíclope o de intervalo si sos tan amable de decirlo...

Leonardo dijo...

¿Por qué soy tan colgado y no puedo responderte?